Regresamos a la normalidad del blog y hoy tenemos preparado un par de boletines informativos especiales. El 1º es de la UNED, la universidad a distancia, en la que David cursa sus actuales estudios de Filosofía. "Un catalán en Madrid" asi podría titular este suplemento. Averigua qué impresiones le produce al actor el Madrid más estudiantil. Y en el 2º traemos un boletín informativo municipal de Granollers, el pueblo natal del actor. Obviamente y como no podía ser menos está en catalán. Pero que no cunda el pánico, tenemos a bien ajeno traer una más que meritoria traducción al castellano. Está fechado en enero de 2011 pero por lo visto se nos pasó por alto. Nunca es tarde ... si la dicha es buena.

Clica en las imágenes para verlas a tamaño original.

Para el boletín de Granollers dejamos la traducción al castellano:

El actor de Granollers David Janer está rodando la cuarta temporada de la exitosa serie de aventuras Águila Roja y en primavera estrenará la película basada en la serie, su primer papel protagonista en el cine. Sin embargo, David, que se inició en la profesión haciendo teatro en La Saleta de la mano de Ever Martín, sabe cómo es de inestable el mundo de la farándula. Trabajar en la brigada municipal durante varios años le permitió formarse en el Colegio de Teatro, al tiempo que empezó a hacer papeles en series de como Laberint d´Ombres, El cor de la ciutat o 16 dobles, rodada en Roca Umbert. Después vinieron otros personajes en Compañeros o Los hombres de Paco. El poco tiempo que le deja el rodaje de Águila Roja lo invierte en estudiar filosofía a distancia.

Ahora ya lo sabe mucha gente. En Madrid, cuando les hablaba de la brigada se pensaban que era la brigada de estupefacientes o de la policía o bomberos ... Para poder hacer de actor, buscaba un trabajo que fuera a media jornada. El mismo día que había hecho una entrevista para entrar en la brigada me salió otro trabajo en una ETT pero elegí la brigada porque podía tener las tardes libres. Fue una gran elección, porque aparte de haber muchos buenos compañeros y muy buen ambiente, me permitía ir a estudiar teatro en Barcelona por la tarde y, si tenía algún casting, lo podía hacer tanto si estaba en Barcelona como Madrid. En el caso de Águila Roja fue un casting muy largo, de cuatro o cinco días. He estado más de cinco años entrando y saliendo de la brigada. Primero entré como aprendiz y luego pasé a oficial. Pintaba edificios municipales, escuelas, viales, etc.
 

Es más una cierta tendencia a estar solo que rodeado por mucha gente. Quizá porque este trabajo implica estar justamente muy rodeado de gente y entonces, por contraste, necesitas un poco huir de eso que tienes en el día a día. Es verdad que soy muy tímido cuando estoy en un ambiente que no conozco y no hago mucho para salir de allí.
 

¿En qué crees que radica el éxito de Águila Roja?

En cuanto a que no hay un protagonista absoluto, sino que es una serie muy coral, con actores muy buenos y personajes muy bien definidos, que llega a un público muy amplio, desde chicos a quienes les gusta la aventura del Águila Roja, los héroes y las escenas de acción, a la gente un poco más mayor que les gusta ese toque romántico entre Margarita y Gonzalo, o, incluso, con las historias entre la Marquesa y el Comisario, el humor del Satur ... todo ello hace que llegue a un público muy amplio. Además, tiene también tramas muy diferentes: comedia, aventura, drama, intriga, a veces, un poco de miedo.
 

Un poco tarde. Esto es algo que los americanos tienen muy claro, si haces un 25% de audiencia como nosotros en la primera temporada, a los dos meses tienes todo el mercado invadido de productos. Y aquí hemos tardado tres años. En todo caso es bueno para financiar la serie porque no es barata de producir. El primer capítulo costó 900.000 euros y luego cada capítulo costaba alrededor de 700.000-750.000 euros y ahora se ha rebajado a 600.000 euros. Es cara de hacer porque hay muchos exteriores, animales, vestuario, armas, especialistas ... pero por la crisis, al disminuir la publicidad, ha tenido que reducir el presupuesto.
 

Durante las vacaciones. Cuando terminó la serie nos dieron un mes de descanso para preparar la película y desconectar. Es un rodaje muy intenso porque estás seis meses trabajando y al cabo de tres ya notas mucho el peso de la serie. No estás trabajando siempre dentro de un plató, que es más cómodo y rutinario. En el rodaje de la serie un día te tienes que levantar a las seis de la mañana para ir a un bosque y otro tienes que ir a las cuatro de la madrugada para rodar en unas cuevas o ponerte en un lago . Y, sobre todo, a mi personaje y a Satur que nos pasa de todo ... es duro. A veces, en la serie es verano y lo estamos rodando en diciembre y no tienes nada de ganas de ponerte en un lago, por ejemplo.
 

Me miro, pero buscando un equilibrio porque tiendo a ser demasiado crítico y entonces en vez de condicionarme para mejorar me quedo un poco asombrado. A veces te ves y dices ha quedado mal, pero también sabes los condicionantes que hay detrás. Siempre hay un puente entre el espectador y lo que tú haces, que yo ya he cruzado varias veces, y sé lo que ha pasado y tengo una información que, a veces, no es objetiva. Y, en cambio, el espectador lo ve de nuevo y le gusta.
 

No hago distinciones. Todos los que hemos querido ser actores o actrices hemos soñado en ganar un Oscar en el cine americano que, de alguna manera, es lo que, de pequeño, más recibes. Cuanto mayor te haces y más tiempo llevas en la profesión el máximo al que aspiras es trabajar, en televisión, en cine, en teatro, en catalán o en castellano. Si puede ser aquí por comodidad, para no tener que hacer tantos viajes, pero la cuestión es trabajar.
 

 Hay algunas cosas que me han salido entremedias del rodaje de la serie, que no las he podido hacer porque Águila Roja es a jornada completa. Y, en principio, haremos dos temporadas más, hasta la sexta, pero esto no quiere decir nada porque es la audiencia quien manda. Analizamos siempre las audiencias como si fuéramos agentes de bolsa.
 

Es como una carrera de fondo, porque te puedes cansar, te avanzan, pero tienes que continuar. Muchas veces la veo como una montaña rusa, tiene algo que te atrae pero que también te asusta. Yo estuve un año trabajando a la serie Compañeros con un éxito bastante considerable. En casa, se pensaban que ya tenía la vida encarrilada de alguna manera y entonces volví a la brigada a pintar viales, porque  había una pausa de siete u ocho meses, en que no encontré trabajo de actor. La gente de la calle se extrañaba un poco de la situación. Esto es una cosa que siempre agradeceré en el Ayuntamiento de Granollers y a los compañeros de la brigada porque se portaron muy bien conmigo permitiéndome volver a entrar, cubriendo una sustitución, cuando estaba en el paro.